jueves, 5 de noviembre de 2009

Borges y el platonismo


"Para nosotros, la última y firme realidad de las cosas es la materia -los electrones giratorios que recorren distancias estelares en la soledad de los átomos; para los capaces de platonizar, la especie, la forma(...) Damos por malo ese criterio y aun por inconcebible, y sin embargo lo aplicamos continuamente. Un capítulo de Shopenhauer no es el papel en las oficinas de Leipzig ni la impresión, ni las delicadezas y perfiles de la escritura gótica, ni la enumeración de los sonidos que lo componen ni siquiera la opinión que tenemos de él(...) Los individuos y las cosas existen en cuanto que participan de la especie que los incluye, que es su realidad permanente. Busco el ejemplo más favorable: el de un pájaro. El hábito de las bandadas, la pequeñez, la identidad de rasgos, la antigua conexión con los dos crepúsculos, el del principio de los días y el de su término, la circunstancia de que son más frecuentes al oído que a la visión -todo ello nos mueve a admitir la primacía de la especie y la casi perfecta nulidad de los individuos(...) No quiero despedirme del platonismo (que parece glacial) sin comunicar esta observación, con la esperanza de que la prosigan y justifiquen: Lo genérico puede ser más intenso que lo concreto. Casos ilustrativos no faltan. De chico, veraneando en el norte de la provincia, la llanura redonda y los hombres que mateaban en la cocina me interesaron, pero mi felicidad fue terrible cuando supe que ese redondel era "pampa", y esos varones, "gauchos". Igual,el imaginativo que se enamora. Lo genérico (el repetido nombre, el tipo, la patria, el destino adorable que le atribuye) prima sobre los rasgos individuales, que se toleran en gracia de lo anterior." Jorge Luis BORGES. HIstoria de la Eternidad.

2 comentarios:

Marcos Santos Gómez dijo...

Leyendo este texto he recordado la teoría de Juan Nuño en su conocido libro sobre Borges "La filosofía en Borges". Nuño señala que Borges profesa un curioso platonismo en el que al tiempo que descree de las ideas y la metafísica, ironizando constantemente sobre ellas, se sumerge en una concepción del mundo semejante al mundo de las apariencias platónico. Borges parece jugar a ser platónico a medias y adopta una actitud escéptica ante las apariencias que son como sombras pero sin modelos. Aunque en ocasiones, como en el texto de la entrada, los eche de menos.
Un saludo,
Marcos Santos.

Marcos Santos Gómez dijo...

Leyendo este texto he recordado la teoría de Juan Nuño en su conocido libro sobre Borges "La filosofía en Borges". Nuño señala que Borges profesa un curioso platonismo en el que al tiempo que descree de las ideas y la metafísica, ironizando constantemente sobre ellas, se sumerge en una concepción del mundo semejante al mundo de las apariencias platónico. Borges parece jugar a ser platónico a medias y adopta una actitud escéptica ante las apariencias que son como sombras pero sin modelos. Aunque en ocasiones, como en el texto de la entrada, los eche de menos.
Un saludo,
Marcos Santos.